La Medicina Familiar surge en países desarrollados, donde el fenómeno de la especialización alcanzó niveles de tanta complejidad que produjo la fragmentación del individuo y una práctica médica altamente mecánica y deshumanizada, rescatando el tradicional médico de cabecera / familiar, quien se encargaba de proporcionar atención a todos los grupos de edad y género.

Es una especialidad que ofrece atención continua, en salud o enfermedad, sin distinción de grupo, edad o género, con un enfoque integral del individuo, la familia y su entorno, sirviendo de puerta de entrada a otros niveles de atención a la salud.

Esta práctica centrada en el ser humano utiliza la prevención, promoción, diagnóstico precoz y terapéutica, como herramientas para alcanzar en materia de salud altos índices de eficiencia, eficacia, calidad y costo-efectividad.

La práctica Comunitaria es el componente ambulatorio donde el médico se traslada al domicilio del paciente, promoviendo el acceso universal a la salud, interesado en conocer el entorno familiar y comunitario con el fin de comprometer al paciente y su familia como ¨Socio responsable¨ en el cuidado de la salud, fortaleciendo, educando e identificando factores de riesgo y elementos de peligro para realizar intervenciones oportunas y puntuales.

Ir al contenido